El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo con implicaciones multidimensionales. Se caracteriza por una interacción social disminuida, deficiencias en la comunicación verbal y no verbal, e inflexibilidad en el comportamiento, manifestando conductas repetitivas e intereses restringidos. 

Los síntomas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden variar ampliamente, pero algunos de los signos comunes incluyen:

1. Dificultades en la interacción social:
   • Dificultad para mantener conversaciones.
   • Falta de respuesta a señales sociales (como miradas o sonrisas).
   • Dificultad para comprender las emociones de los demás.
2. Problemas de comunicación:
   • Retraso en el desarrollo del lenguaje.
   • Uso repetitivo del lenguaje.
   • Dificultad para iniciar o mantener una conversación.
3. Comportamientos repetitivos y estereotipados:
   • Movimientos repetitivos (por ejemplo, balanceo o aleteo de manos).
   • Intereses o actividades inusuales y obsesivas.
4. Sensibilidad sensorial:
   • Hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos sensoriales (luz, sonido, texturas).

No se conocen las causas exactas del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Las investigaciones sugieren que tanto los genes como los factores ambientales juegan un rol importante en su desarrollo. Aunque aún hay mucho que no sabemos sobre el autismo, aquí hay algunos puntos clave:

1. Genética: Existe una fuerte influencia genética en el TEA. Tener hermanos con trastornos del espectro autista, padres de mayor edad o ciertas afecciones genéticas (como el síndrome de Down o el síndrome del cromosoma X frágil) aumenta el riesgo
2. Factores ambientales: Aunque no se ha identificado un factor ambiental específico, se cree que ciertos factores durante el embarazo o el parto pueden contribuir. Estos pueden incluir exposición a toxinas, infecciones maternas o complicaciones durante el embarazo.
3. Combinación única: Cada niño con TEA presenta una combinación única de síntomas y gravedad. Algunos niños tienen dificultades de aprendizaje, mientras que otros tienen una inteligencia normal o alta pero enfrentan desafíos en la comunicación y adaptación social.

Es importante recordar que cada persona con TEA es única, y la gravedad de los síntomas puede variar.

La detección temprana y la intervención adecuada son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes viven con este trastorno. 

Aunque no existe una cura para los trastornos del espectro autista, un tratamiento intensivo y temprano puede marcar una gran diferencia en la vida de muchos niños

Si te gustaría recibir información actualizada, basada en evidencias científicas sobre los trastornos del neurodesarrollo, te invitamos a suscribirte

Si te gustaría formarte con nosotros, te invitamos a revisar nuestro catálogo de diplomados y especialización.

1. Celis Alcalá, G., & Ochoa Madrigal, M. G. (2022). Trastorno del espectro autista (TEA). Revista de la Facultad de Medicina (México), 65(1), 27-551.
2. Reviriego Rodrigo, E., Ba-yón Yusta, J. C., Gutiérrez Iglesias, A., & Galnares-Cordero, L. (2021). Trastornos del Espectro Autista: evidencia científica sobre la detección, el diagnóstico y el tratamiento. Vitoria-Gasteiz: Ministerio de Sanidad/Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. NIPO: 133-21-099-5 2.
3. National Library of Medicine. (2019). Trastorno del espectro autista. 
4. Trastorno del espectro autista – Síntomas y causas – Mayo Clinic. (2021). 
5. Trastornos del espectro autista. (2022). National Institute Of Mental Health (NIMH).