Septiembre 2025.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es más que un simple diagnóstico individual. Sus características de inatención, hiperactividad e impulsividad impactan directamente en el sistema familiar, afectando la comunicación, la rutina diaria y las relaciones entre sus miembros.

A menudo, las familias se encuentran atrapadas en un ciclo de frustración y regaños. Es crucial entender que estas conductas no son intencionales, sino que tienen una base neurobiológica en el cerebro (Schoenberger & Miller, 2018).

Las diferencias en la función ejecutiva y los neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, explican la dificultad de los niños con TDAH para planificar, organizar y regular sus emociones. Comprender este origen es el primer paso para una convivencia más empática.

Desafíos y Consecuencias en Casa

La falta de organización puede llevar al caos en el hogar, mientras que la impulsividad puede generar conflictos constantes. Los padres a menudo experimentan estrés parental significativo, lo que puede afectar su propia salud mental y la calidad de su relación de pareja.

Por otro lado, los hermanos también pueden sentirse afectados, ya sea por la atención que recibe el niño con TDAH o por la percepción de que las reglas son injustas. Es un desafío que requiere un enfoque sistémico y comprensivo (Mikami et al., 2010).

A largo plazo, las tensiones no resueltas pueden erosionar el clima familiar y generar dinámicas disfuncionales. Por ello, es fundamental que toda la familia aprenda a manejar la situación con herramientas y estrategias adecuadas.

Estrategias para una Convivencia Positiva

La psicoeducación es la primera y más importante estrategia. Cuando padres y hermanos entienden el TDAH, pueden reemplazar la crítica con el apoyo. Además, establecer rutinas claras y predecibles reduce la incertidumbre y ayuda a la autorregulación.

Otra herramienta esencial es el refuerzo positivo y la comunicación efectiva. En lugar de centrarse en lo que el niño hace mal, hay que elogiar sus esfuerzos y logros, por pequeños que sean. Esto fortalece su autoestima y motiva cambios en su conducta (Wong, 2011).

El entrenamiento en habilidades parentales es una intervención clave. Aprender a establecer límites, usar un lenguaje asertivo y aplicar consecuencias lógicas y naturales, no solo ayuda al niño, sino que empodera a los padres.

La Importancia de la Capacitación

Entender el TDAH y su impacto es un proceso continuo que beneficia a toda la familia. La capacitación te brinda las herramientas para manejar los desafíos del día a día y construir una relación sólida basada en la comprensión y el respeto.

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Referencias 

Mikami, A. Y., Sprong, M., & Wolters, N. (2010). Parental strategies for managing attention deficit hyperactivity disorder in children. Clinical Child and Family Psychology Review, 13(4), 381-396. DOI: 10.1007/s10567-010-0071-x.

Schoenberger, E., & Miller, B. L. (2018). ADHD and the family system: An examination of the bidirectional relationship. Journal of Family Psychology, 32(8), 1019-1028. DOI: 10.1037/fam0000411.

Wong, K. L. (2011). The effectiveness of parent training for children with ADHD. Journal of Child and Family Studies, 20(3), 369-379. DOI: 10.1007/s10826-010-9400-5.