En este video hablaremos sobre los 4 lóbulos que se dividen en el cerebro, los cuales son: el frontal, el temporal, el parietal y el occipital. 

En esta primera parte hablaremos lo que es el lóbulo temporal y el lóbulo frontal

El lóbulo frontal abarca una tercera parte más que los otros lóbulos, siendo este el más grande. 

Se encuentra anterior al surco central o el surco de Rolando, separándolo del lóbulo parietal y se encuentra superior al surco lateral o surco de Silvio, separándolo del lóbulo temporal. 

Este lóbulo tiene tres divisiones funcionales, las cuales son la corteza prefrontal, la corteza motora y el área de Broca. 

La corteza prefrontal está asociada a las funciones cerebrales superiores, las cuales incluyen la toma de decisiones, solución de problemas, planeación, organización, motivación y regulación de las emociones,

En pocas palabras, esta área se encarga de las funciones mentales internas e intencionadas. Por lo cual, se cree que está área está relacionada con la personalidad, inteligencia y las habilidades sociales

La corteza motora, es la responsable de la planeación, control y ejecución de los movimientos voluntarios.

El área de Broca es principalmente responsable de la expresión motora del habla y el lenguaje esto incluye la fluidez verbal, el procesamiento fonológico y gramatical y la tensión durante el habla.

El lóbulo temporal este se encuentra por debajo del surco lateral o Silvio y por delante de la unión occipitotemporal, la primera división funcional de la que hablaremos será el área auditiva primaria, la cual se ubica en el área 41 y 42 de Brodmann.

Una es la receptora y la otra es de asociación, respectivamente, esta área nos permite percibir los sonidos básicos y estimulación, es decir, percibe zumbidos o ruidos sin sentidos.

En el área auditiva secundaria, también llamada de asociación, corresponde al área 22 de Brodmann, en esta área los sonidos adquieren un significado y la estimulación de este percibe sonidos complejos como palabras y música.

De igual forma el área de Wernicke, corresponde al área 29 y 32 de Brodmann, en el hemisferio dominante es una zona crítica para la comprensión del lenguaje hablado y escrito.

 De igual forma, este lóbulo cuenta con otras estructuras las cuales son importantes para la percepción visual, el movimiento, la memoria y la regulación de las emociones.

Recordemos que nuestros lóbulos son divisiones anatómicas de nuestro cerebro y se encargan de diferentes funciones y diferentes habilidades. Ahora hablaremos un poquito sobre el lóbulo parietal, se encuentra ubicado debajo del hueso parietal, entre el lóbulo frontal y el lóbulo occipital; y superior al lóbulo temporal en cada hemisferio del cerebro en el borde anterior formado por el surco central de Rolando. 

El lóbulo parietal recibe las señales somatosensoriales entrantes pero a diferencia del occipital participa en el procesamiento de más de una sola modalidad sensorial.

Dentro de sus funciones, podemos decir que interviene y desarrolla el procesamiento de la información táctil es decir como el tacto y la presión.

 Por otra parte, también integra la información sensorial de diferentes sonidos para crear una representación del cuerpo y su posición en el espacio, conocido también como nuestro esquema corporal. Y finalmente proporciona la coordinación de los movimientos. 

El lóbulo occipital, por su parte, se sitúa en la zona más posterior del encéfalo, caudal a los lóbulos parietales y temporales.

Toda la corteza del lóbulo occipital está dedicada a la visión.

Como dato interesante, la pérdida de la capacidad para reconocer los rostros de personas conocidas es denominada prosopagnosia y puede seguir a lesiones unilaterales y bilaterales del lóbulo occipital ventromedial, es decir, se extienden al lóbulo temporal ventral.

Por otra parte, dentro de sus funciones principales se encuentra la recepción y procesamiento de información visual, así como la interpretación de formas, colores y movimientos.

Una forma un poco popular de poder aprendernos lo importante que es este lóbulo es como si fuera nuestra pantalla de proyección, a través de él podemos ver todas las imágenes los colores y por ende, pasan para que podamos darles un significado en otras áreas específicas del cerebro como el lóbulo frontal.