La lectura en voz alta es una práctica ancestral que ha demostrado ser una herramienta valiosa para el desarrollo de los niños, pero no es solo leer en voz alta, es conectar con la emocionalidad y la afectividad que invita la lectura, además de representar un espacio para compartir y vincular con nuestros pequeños.
Pues, a través de esta actividad, los niños no solo adquieren un amplio vocabulario y una mejor comprensión del lenguaje, sino que también desarrollan su imaginación, creatividad y, por tanto, sus habilidades sociales.
En los siguientes párrafos trataremos de resaltar la importancia de cómo la tradición oral y la lectura en voz alta de textos de calidad literaria, alimentan placenteramente las competencias lingüísticas en la primera infancia, lo que facilita la apropiación de la lengua y da acceso al mismo tiempo al sentido de lo que la persona en construcción vive en su propio mundo interno.
Desarrollo de la comunicación y lectura en los niños.
En los primeros meses de vida, las comunicaciones bebé-adulto se realizan de rostro a rostro a unos 25 centímetros de distancia, utilizando con frecuencia entonaciones y formas verbales que acarician lingüísticamente al bebé y es, desde ese entonces que recibe estímulos no solo auditivos, sino también visuales y emotivos.
A medida que los niños crecen debutando en la etapa de la primera infancia, van adquiriendo formas y maneras de su lengua materna y es aquí donde resalta lo valioso del compartir lecturas con los niños porque precisamente cuando leemos o contamos historias para ellos, las modulaciones de la voz en concordancia con gestos faciales permiten al sujeto enunciador hacer audible sus vivencias internas de amor, ternura, duda, angustia, tristeza, alegría, ira, ironía, entre otros; otorgándoles de forma inmediata una referencia de comunicación e interrelación.
Así, los cuentos, la lectura individual en voz alta, las retahílas, los trabalenguas y las adivinanzas constituyen momentos lúdicos compartidos que quedan grabados en la memoria y son fuente de un lenguaje rico no solamente para hablarle a los demás, sino también para dialogar silenciosamente consigo mismo, para pensar, imaginar, fantasear y soñar.
Beneficios de la práctica de la lectura
Las prácticas de lectura compartida les otorga diversos beneficios a los niños, por ejemplo, los efectos internos de esta escucha placentera, impregnada de afectividad y emoción, y de un espacio para compartir las alusiones internas de la narrativa, están en resonancia con el placer que proporcionarán las mismas, sean estas orales y también escritas, además, crea un vínculo especial y fortalece la relación entre padres e hijos, fomentando la comunicación y el intercambio de ideas.
Igualmente, distinguir una voz de otra es ya un acto de pensamiento, lo cual pone en relieve desde entonces una relación profunda entre el lenguaje y la actividad de pensar, ya que al escuchar historias sobre diferentes personajes y situaciones, los niños aprenden también a identificar emociones, a ponerse en el lugar de los demás y a desarrollar habilidades sociales como la empatía y la cooperación.
Este tipo de operación mental, es decir, el pensamiento, perdura y se desplegará bajo formas muy diferentes, pues pasamos nuestra vida comparando, diferenciando, sintetizando y dando sentido a lo que se presenta a nuestra mente.
De esta manera, el libro, entre otras posibilidades, facilitará una transición placentera de la relación dual inicial a un dispositivo triangular, lo cual hará posible la creación de representaciones mentales siempre abiertas del mundo exterior, social y de lo que el niño va viviendo dentro de su propio psiquismo.
Pues, los cuentos y las historias transportan a los niños a mundos fantásticos, donde pueden explorar nuevas ideas y desarrollar su capacidad de pensar de forma creativa. La lectura en voz alta les permite visualizar imágenes, crear sus propias historias y desarrollar su propio pensamiento crítico.
Es importante que a la hora de escoger un recurso literario, tengamos en cuenta la etapa de desarrollo de nuestros pequeños y sus intereses.
Los libros ilustrados son una excelente opción, ya que permite recrearlos de una manera natural, dada la sensibilidad de los infantes a los colores, a la estética de las imágenes y al placer auditivo del encuentro de palabras leídas por el adulto, quien reconstruye la música de la voz silenciosa contenida en los textos.
Todos estos estímulos, ayudarán a mantener su atención y a estimular su curiosidad.
Es así que las ilustraciones y las narrativas orales y escritas facilitan la apropiación de la lengua, alimentan la capacidad de pensar, activan la imaginación, fomentan la conciencia fonológica y son al mismo tiempo preámbulos eficaces relacionados con procesos psíquicos de construcción de la lectura por placer.
En sumo, el placer del texto oral prepara y crea continuidad con el placer de leer y escribir, con ello, no se pretende enseñar a leer y escribir de una manera prematura, se trata de alimentar capacidades ya presentes en los infantes, como las que hemos descrito al principio de estas páginas
El aprendizaje de lectura y escritura formal será legado a la escuela, cuyo trabajo se beneficiará desde las experiencias que tuvieron los bebés manipulando físicamente el objeto libro y escuchando los textos leídos en voz alta.
Recomendaciones para incentivar la lectura
Por último y como invitación a compartir lecturas de calidad con nuestros pequeños, realizamos algunas recomendaciones:
- Crear un ambiente acogedor: Un lugar tranquilo y cómodo, con buena iluminación, es ideal para la lectura en voz alta.
- Expresar las emociones: Al leer en voz alta, es importante modular la voz para expresar las diferentes emociones de los personajes.
- Hacer preguntas y fomentar la conversación: Después de leer, haz preguntas sobre la historia para estimular el pensamiento crítico de los niños y permite que expresen sus propias ideas y opiniones.
Recordemos que la lectura en voz alta es una práctica fundamental para el desarrollo integral de los niños. Al ofrecerles la oportunidad de explorar nuevos mundos, desarrollar su lenguaje y fortalecer sus vínculos afectivos, estamos sentando las bases para su éxito futuro.
Referencias
Dickinson, D. K. (1994). The social context of literacy. Harvard University Press.
Mendoza, A. (1985). La lectura en voz alta: Una estrategia para el desarrollo del lenguaje. Revista de Investigación Educativa, 3(1), 5-12.
Cova, F. (2004). La importancia de la lectura en voz alta en la educación infantil. Revista de Educación, 332, 15-28.
Ramírez Leyva, E. M. (Coord.). (2022). Los poderes de la lectura por placer. México: UNAM. Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información.