18 de Junio 2025

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha experimentado una notable transformación en su conceptualización diagnóstica a lo largo de las distintas ediciones del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). Desde sus primeras menciones, la comprensión del TDAH ha evolucionado significativamente, reflejando avances en la neuropsicología y la psiquiatría infantil.

En las primeras versiones del DSM, el TDAH no se identificaba como una entidad clínica diferenciada como la conocemos hoy. Conceptos precursores como la «reacción hipercinética de la infancia» en el DSM-II (American Psychiatric Association, 1968) se centraban principalmente en la hiperactividad como síntoma cardinal. Esta visión inicial carecía de la complejidad que se incorporaría posteriormente respecto a la inatención y la impulsividad.

La publicación del DSM-III (American Psychiatric Association, 1980) marcó un punto de inflexión. Se introdujo la categoría diagnóstica de «Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad», reconociendo por primera vez la inatención como un dominio sintomático independiente. El DSM-III-R (American Psychiatric Association, 1987) refinó aún más los criterios, ofreciendo una mayor claridad en la identificación de los subtipos.

El DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) y su revisión, el DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2000), consolidaron la distinción entre los subtipos predominante inatento, predominante hiperactivo-impulsivo y combinado. Estos manuales enfatizaron la necesidad de que los síntomas estuvieran presentes antes de los 7 años y causaran un deterioro significativo en dos o más contextos.

La llegada del DSM-5 (American Psychiatric Association, 2013) introdujo cambios sutiles pero relevantes. Se elevó la edad de inicio de los síntomas a los 12 años, buscando una mayor precisión diagnóstica en la adolescencia. El DSM-5-TR (American Psychiatric Association, 2022), la revisión más reciente, ha clarificado algunos criterios y añadido especificadores para una mejor comprensión de la presentación clínica del TDAH a lo largo del ciclo vital. Esta evolución refleja un esfuerzo continuo por mejorar la validez y la fiabilidad del diagnóstico, impactando directamente en la práctica clínica y la investigación en neurodesarrollo.

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Referencias:

  • American Psychiatric Association. (1968). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (2nd ed.).
  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.).
  • American Psychiatric Association. (2022). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed., text rev.).