La depresión infantil es un problema de salud mental cada vez más común que puede afectar significativamente el desarrollo y bienestar de los niños. A menudo pasa desapercibida o se malinterpreta, lo que retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuado. Es fundamental que padres, cuidadores y educadores conozcan los síntomas de la depresión infantil para poder identificarlos a tiempo y buscar ayuda profesional.

La depresión infantil es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban y cambios significativos en el comportamiento. A diferencia de los «bajones» ocasionales, la depresión infantil es más profunda y duradera.

Síntomas de la depresión infantil

Los síntomas de la depresión infantil pueden variar de un niño a otro y pueden manifestarse de diferentes maneras. Algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Cambios en el estado de ánimo: Tristeza persistente, irritabilidad, llanto frecuente.
  • Pérdida de interés: Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, como jugar con amigos o practicar deportes.
  • Cambios en el comportamiento: Aislamiento social, dificultad para concentrarse, problemas de sueño, cambios en el apetito, irritabilidad, agresividad.
  • Cambios físicos: Fatiga, dolores de cabeza o estómago frecuentes.
  • Pensamientos negativos: Sentimientos de inutilidad, culpa o desesperanza.

Es importante destacar que los niños pueden expresar su malestar de manera diferente a los adultos. Por ejemplo, un niño deprimido puede quejarse de dolores físicos o presentar problemas de conducta en la escuela.

Causas de la depresión infantil

Las causas exactas de la depresión infantil aún no se conocen por completo, pero se cree que una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales puede contribuir a su desarrollo. Algunos factores de riesgo incluyen:

  • Historia familiar de depresión: Los niños con familiares que han experimentado depresión tienen un mayor riesgo.
  • Eventos estresantes: Experiencias traumáticas, como el divorcio de los padres, la pérdida de un ser querido o el bullying, pueden desencadenar la depresión.
  • Problemas médicos: Ciertas condiciones médicas, como enfermedades crónicas o trastornos del desarrollo, pueden aumentar el riesgo.
  • Factores biológicos: Desequilibrios químicos en el cerebro pueden contribuir a la depresión.

¿Cómo ayudar a un niño con depresión?

La depresión infantil es un problema serio que requiere tratamiento. Si sospechas que tu hijo puede estar deprimido, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta infantil puede evaluar a tu hijo y desarrollar un plan de tratamiento individualizado.

El tratamiento de la depresión infantil puede incluir:

  • Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual es una de las terapias más efectivas para tratar la depresión en niños.
  • Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos antidepresivos pueden ser necesarios, pero siempre bajo la supervisión de un psiquiatra infantil.

Apoyo familiar: El apoyo y la comprensión de la familia son fundamentales para la recuperación del niño.

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Referencias