Octubre 2025
El Trastorno Específico del Aprendizaje (TEA), antes conocido como Trastorno del Aprendizaje, a menudo está rodeado de conceptos erróneos. Es vital que padres, educadores y profesionales comprendan la realidad de esta condición del neurodesarrollo. Desmitificarla es el primer paso para brindar un apoyo efectivo y compasivo a quienes lo padecen.
Mitos: La inteligencia y el esfuerzo
Mito 1: El TEA es un signo de baja inteligencia. La realidad es que el TEA no tiene relación con el coeficiente intelectual. Muchos niños con TEA tienen una inteligencia promedio o superior. Su cerebro simplemente procesa la información de manera diferente, afectando áreas específicas como la lectura (dislexia) o las matemáticas (discalculia).
Mito 2: Si el niño se esforzara más, aprendería. El TEA no es un problema de pereza o falta de motivación. Se debe a diferencias en la conectividad neuronal y el procesamiento cognitivo. Decirle a un niño que se esfuerce más es contraproducente y puede generar frustración, baja autoestima y regulación emocional deficiente.
Realidades: Neurobiología e intervención
Realidad 1: El TEA tiene una base neurobiológica. Estudios demuestran que las personas con TEA tienen diferencias en la estructura y función de ciertas áreas cerebrales. Por ejemplo, en la dislexia, hay una disfunción en el giro fusiforme y el área de Wernicke, lo que impacta la conciencia fonológica y la decodificación.
Realidad 2: La intervención temprana es crucial. Gracias a la plasticidad cerebral, las intervenciones especializadas pueden reconfigurar las vías neuronales y desarrollar estrategias compensatorias. Un diagnóstico y tratamiento oportunos mejoran significativamente el pronóstico académico y emocional del niño. Un enfoque multidisciplinario, con psicólogos y pedagogos, es fundamental.
La importancia de la formación
Para padres y profesionales, la comprensión profunda del TEA es vital. En infanciadesarrollopleno.org, ofrecemos cursos que abordan desde la neuropsicología del trastorno hasta estrategias prácticas de intervención. Adquirir este conocimiento te permitirá identificar las señales de alerta y brindar un apoyo basado en la evidencia científica para promover el desarrollo integral de los niños.
Referencias:
- American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Editorial Médica Panamericana.
- García, E., & De la Peña, M. (2019). Neuropsicología de los trastornos del aprendizaje. Editorial El Manual Moderno.
- Peterson, R. L., & Pennington, B. F. (2015). Developmental dyslexia. Annual Review of Clinical Psychology, 11, 283–307.


