4 de Junio 2025
El Día Internacional de los Niños Inocentes Víctimas de Agresión, conmemorado el 4 de junio, visibiliza el impacto de la agresión en la infancia. Las experiencias traumáticas afectan el desarrollo cerebral y el bienestar emocional de los niños. Este artículo, dirigido a padres, psicólogos y educadores, explora estos efectos y ofrece estrategias de apoyo. Fomentar la resiliencia es crucial para su recuperación.
Impacto neurológico de la agresión
La agresión, ya sea física, emocional o sexual, altera la amígdala y el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, elevando el cortisol. Esto puede generar hiperactividad emocional y dificultades en la regulación emocional. En el largo plazo, afecta la neuroplasticidad, comprometiendo el aprendizaje y las relaciones. La intervención temprana mitiga estos efectos (Teicher et al., 2003).
Consecuencias psicológicas en los niños
Los niños víctimas de agresión pueden desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad o baja autoestima. Estas experiencias interrumpen el desarrollo socioemocional, afectando la confianza y las interacciones sociales. La memoria traumática puede manifestarse en pesadillas o evitación. El apoyo psicológico es esencial para su recuperación (van der Kolk, 2014).
Estrategia 1: Crear entornos seguros
Un entorno estable y afectivo fortalece la resiliencia al reducir la activación del sistema nervioso simpático. Padres y educadores deben ofrecer rutinas predecibles y espacios para expresar emociones. Escuchar sin juzgar fomenta la seguridad emocional. Esto ayuda a los niños a procesar el trauma de forma saludable.
Estrategia 2: Intervenciones terapéuticas
Terapias como la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TF-CBT) ayudan a reestructurar pensamientos negativos. Estas intervenciones mejoran la regulación emocional y reducen síntomas de TEPT. Los psicólogos pueden usar juegos o arte para facilitar la expresión en niños pequeños. La terapia es clave para la sanación (Cohen et al., 2017).
Estrategia 3: Promover la resiliencia comunitaria
Involucrar a la comunidad, como escuelas o grupos de apoyo, refuerza el bienestar de los niños víctimas. Programas educativos sobre empatía y prevención de la violencia crean entornos protectores. Los médicos pueden colaborar en la detección temprana de señales de trauma. La acción colectiva amplifica la recuperación.
Un llamado a la acción
El Día Internacional de los Niños Inocentes Víctimas de Agresión nos invita a proteger el bienestar emocional de los niños. Padres, psicólogos y educadores pueden usar estrategias terapéuticas y comunitarias para fomentar la resiliencia. Combatir el impacto de la agresión es una responsabilidad compartida. ¡Apoyemos a los niños para un futuro más seguro!
Referencias
Cohen, J. A., Mannarino, A. P., & Deblinger, E. (2017). Treating trauma and traumatic grief in children and adolescents (2nd ed.). Guilford Press.
Teicher, M. H., Andersen, S. L., Polcari, A., Anderson, C. M., & Navalta, C. P. (2003). The neurobiological consequences of early stress and childhood maltreatment. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 27(1-2), 33-44.
van der Kolk, B. A. (2014). The body keeps the score: Brain, mind, and body in the healing of trauma. Viking.


