Abril 2025
El desarrollo cerebral en la infancia depende de múltiples factores, pero uno de los más influyentes es la alimentación.
Una dieta balanceada no solo asegura un crecimiento físico adecuado, sino que también es fundamental para optimizar las funciones cognitivas y emocionales del niño.
Las investigaciones en neurología han demostrado que ciertos nutrientes actúan como «combustible» para el cerebro, lo que subraya la importancia de una nutrición bien planificada.

Nutrientes esenciales para el cerebro
Entre los nutrientes más relevantes para el cerebro infantil se encuentran los ácidos grasos omega-3, el hierro, el zinc y las vitaminas del complejo B.
Según estudios de la Asociación Americana de Pediatría (AAP), el omega-3 es crucial para la formación de membranas celulares en el cerebro, mientras que el hierro garantiza una adecuada oxigenación cerebral.
Estos elementos deben provenir de alimentos como pescados ricos en grasas saludables, nueces, legumbres y vegetales de hoja verde.
Impacto en las habilidades cognitivas y emocionales
Los déficits nutricionales durante la infancia pueden tener un impacto severo en funciones como la memoria, el lenguaje y el control emocional.
Los estudios resaltan que una falta prolongada de hierro puede afectar el desarrollo del hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje. Por ello, una alimentación adecuada no solo protege al niño de problemas de salud, sino que también fomenta su rendimiento académico y social.
Estrategias para fomentar una buena alimentación
Para los padres, educadores y profesionales de la salud, es esencial promover hábitos alimenticios saludables desde temprana edad.
Evitar el consumo excesivo de azúcares y alimentos ultraprocesados protege contra trastornos metabólicos, como la obesidad o la resistencia a la insulina, que afectan al cerebro.
La relación entre alimentación y desarrollo cerebral no puede subestimarse. Proporcionar a los niños una dieta rica en nutrientes esenciales es una inversión en su futuro emocional, cognitivo y físico.
Madres, psicólogos, educadores y médicos desempeñan un papel vital en esta misión, asegurando que cada niño tenga las herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial.
Referencias
– Baker-Smith, C. M., De Ferranti, S. D., & Cochran, W. J. (2019). The use of nonnutritive sweeteners in children. Pediatrics, 144(5), Artículo e20192765. https://doi.org/10.1542/peds.2019-2765
– McCann S, Perapoch Amadó M, Moore SE. (2020). The Role of Iron in Brain Development: A Systematic Review. Nutrients. 2020 Jul 5;12(7):2001. doi: 10.3390/nu12072001. PMID: 32635675; PMCID: PMC7400887.
-Matonti L, Blasetti A, Chiarelli F (2020). Nutrition and growth in children. Minerva Pediatr. 2020 Dec;72(6):462-471. doi: 10.23736/S0026-4946.20.05981-2. Epub 2020 Jul 29. PMID: 32731734.