La escuela es el segundo lugar en el que nuestros pequeños pasan la mayor parte del tiempo durante el día. Es, en esencia, uno de los contextos directos más importantes de los pequeños, por tanto, cada una de las experiencias que pueden tener en él equivale a los peldaños de una gran escalera que conduce a la consecución de más niveles en el logro de diversos objetivos.
Con base en ello, resulta fundamental abrir espacios para una educación integral en el sistema educativo actual. Son diversas las áreas a trabajar, pero en el siguiente artículo nos daremos la tarea de hacer énfasis en la psicomotricidad.
Entendiendo la psicomotricidad
La psicomotricidad, entendida como la relación entre el psiquismo y el movimiento, desempeña un papel importante y básico en el desarrollo de otras áreas. Sabemos que a través de actividades lúdicas y corporales, los niños exploran el mundo que les rodea, desarrollan sus habilidades motoras, cognitivas y socioemocionales, sentando las bases para un aprendizaje significativo a lo largo de toda su vida.
De esta manera, la psicomotricidad no sólo favorece el desarrollo físico del niño, sino que también contribuye en su desarrollo cognitivo, ya que la exploración del entorno estimula la curiosidad, la atención y la resolución de problemas. En su desarrollo socioemocional, el juego compartido y la interacción con otros niños fomentan la cooperación, la empatía y la autoestima y en lo referente al desarrollo del lenguaje, el movimiento acompaña y enriquece la expresión verbal y no verbal.
Los Tres Tiempos de la Educación Psicomotriz
Llegados a este punto, resulta interesante compartir “Los Tres Tiempos de la Educación Psicomotriz” según Le Boulch, esto, nos permitirá comprender y desarrollar estrategias ubicándonos en determinados tiempos. Así, Le Boulch propone tres tiempos en la evolución psicomotriz.
El primero, es el tiempo del cuerpo vivido, el cual corresponde a la primera infancia, donde el niño descubre su cuerpo y sus posibilidades de acción. El segundo es el tiempo del cuerpo percibido, en el que el niño comienza a relacionar su cuerpo con el espacio y los objetos, desarrollando esquemas corporales más precisos y el tercero, el tiempo del cuerpo representado, en el que el niño es capaz de representar mentalmente su cuerpo y los movimientos, lo que le permite planificar y anticipar acciones.
Psicomotricidad en el currículo escolar
Ahora bien, ¿cómo podemos integrar la psicomotricidad en el currículo escolar y qué beneficios puede tener en el ámbito académico? Una de las maneras o estrategias que podemos utilizar para incluir la psicomotricidad es crear un entorno seguro y estimulante, con materiales diversos y adaptados a las diferentes edades y habilidades, como por ejemplo, organizar el espacio de manera que permita la libre circulación y la exploración o realizar actividades al aire libre.
Diseñar actividades que combinen el movimiento con el aprendizaje de contenidos curriculares, como juegos de roles, circuitos motores, canciones y bailes, incorporar actividades de respiración y estiramientos para favorecer la calma y la concentración. Capacitar a los docentes en psicomotricidad para que puedan planificar e implementar actividades adecuadas y evaluar los avances de los niños(as). Involucrar a las familias en actividades psicomotrices en el hogar y en la escuela, favoreciendo así la continuidad de los aprendizajes.
¿Qué beneficios trae a nivel académico? Podemos resaltar mayor motivación y concentración, ya que los niños aprenden de forma más activa y divertida. Un adecuado desarrollo psicomotor se relaciona con un mejor rendimiento en áreas como la lectura, la escritura y las matemáticas, y por último, pero no menos importante, la psicomotricidad contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, favoreciendo el bienestar emocional de los niños.
La psicomotricidad es una herramienta fundamental para promover un desarrollo integral en los niños en todas las etapas. Al integrar actividades psicomotrices en el currículo escolar, se favorece el desarrollo físico, cognitivo, socioemocional y lingüístico de los niños, sentando las bases para un aprendizaje significativo a lo largo de toda su vida.
Referencias
- León, M. (2021). La psicomotricidad en los niños: esencial para su desarrollo físico y emocional.
- Le Boulch, J. (1981). La educación psicomotriz. Paidós. Otro referente fundamental que explora la relación entre el movimiento y el aprendizaje.